El grupo de señalización y respuesta al estrés biótico ha descubierto un compuesto volátil, el alfa-terpineol, que fortalece la defensa natural de los tomates. Este compuesto ayuda a proteger las plantas de la Pseudomonas syringae, una bacteria que causa daños significativos en los cultivos.
La investigación, destacada en la portada de Plant Physiology, revela que el alfa-terpineol permite a las plantas “comunicarse” entre sí mediante señales químicas, cerrando sus estomas para prevenir la entrada de patógenos. Julia Pérez-Pérez, una de las autoras del estudio, explicó que este mecanismo de defensa es similar a la manera en que los seres humanos utilizan las señales de advertencia para evitar peligros.
Además del alfa-terpineol, el equipo del IBMCP, que incluye a las investigadoras Purificación Lisón y Mª Pilar López Gresa, ha trabajado previamente en otro compuesto volátil conocido como HB. Ambos compuestos son parte de una estrategia más amplia para mejorar la resistencia de los cultivos de tomate, ofreciendo una alternativa ecológica y sostenible a los pesticidas químicos convencionales.
¡Enhorabuena a todo el equipo!