Nuestro objetivo a largo plazo es determinar nuevas estrategias para aumentar nuestra capacidad de producción de biomasa en el contexto del cambio climático. Para ello, nos centramos en comprender cuestiones básicas relacionadas con el efecto del entorno sobre la proliferación celular, la adquisición de la identidad celular y la coordinación de los programas de crecimiento durante el desarrollo. En este marco conceptual, utilizamos el desarrollo vascular secundario de las plantas como ejemplo de desarrollo porque: (i) es el origen de la madera, el tejido biológico que acumula la mayor proporción de biomasa en la Tierra, (ii) es anatómicamente simple y (iii) progresa de manera predecible.

Según la pregunta concreta que abordemos, utilizamos una especie o ecotipo vegetal específico. Así, empleamos Arabidopsis thaliana para estudiar la genética de la aclimatación y la adaptación ambiental en la determinación y proliferación de tipos celulares vasculares, y otras especies como Selaginella kraussiana, Ceratopteris richardii o la planta no vascular Marchantia polymorpha para arrojar luz sobre la evolución del desarrollo vascular.

Además, desarrollamos proyectos de biología traslacional utilizando raíces de yuca. La yuca es el principal cultivo básico en el África subsahariana, donde alimenta a más de 500 millones de personas, y su producción depende en gran medida del desarrollo vascular secundario, lo que la convierte en un sistema experimental interesante para estudiar cuestiones fundamentales con un alto potencial de aplicación.